Depresión

Muchas veces decimos o escuchamos “estoy depresivo/a” o expresivos parecidas con la que queremos expresar situaciones de inmensa tristeza y momentos de desconsuelo, y es muy normal encontrarnos tristes en momentos de nuestra vida, donde las circunstancias nos pueden, pero, debemos entender que “estar depresivo” es una etiqueta muy fuerte.

 

Estar depresivo o tener depresión significa enfermedad o trastorno mental caracterizado por una profunda tristeza, decaimiento anímico, baja autoestima, pérdida de interés por todo y disminución de las funciones psíquicas, durante mínimo 6 meses.

 

Es la sensación de no tener ningún tipo de ilusión por la cual levantarte de la cama, sensación de insensibilidad ante las alegrías y el tiempo compartido con otros. Puede además causarnos ansiedad, pérdida del sueño, del apetito, y falta de interés o placer en realizar diferentes actividades.

La buena noticia es que la depresión clínica puede tratarse y esfumarse como un nubarrón, con un buen tratamiento psicológico. 

En cuanto a la medicación farmacología, a día de hoy es la primera opción que nos brinda sanidad pública desde la atención primaria, es una buena opción cuando los síntomas no nos permiten avanzar, es decir, una ayuda temporal, repito, temporal, para poder actuar hacia la mejoría. El tratamiento farmacológico debe ir acompañado de terapia psicológica, que nos ayude a seguir adelante y aprender estrategias que nos haga autosuficientes, sin necesitar medicación.

En ocasiones, en terapia psicológica, los pacientes con depresión se ven incapaces de enfrentarse al problema, puesto que están faltos de energía, pero pequeños pasos conducen al final del camino, a la meta. Cualquier esfuerzo nunca será en vano.

Este trastorno se autoprotege, es decir, tiende a protegerse de intentos de mejoría o de cambios, encontramos pensamientos boicoteadores que nos mantienen con esta depresión. Es importante que sepamos esto, para estar preparando cuando este momento llegue, y seguir esforzándonos por, con ayuda y apoyo profesional y de los nuestros, podamos rebasar el umbral y volver a un estado de salud psicológica, aprendiendo a afrontar las futuras adversidades de la vida de una manera más resiliente.

 

Hay cosas muy sencillas que pueden ayudarte a cambiar tu estado, a mejorar, y son totalmente accesibles;

1. El ejercicio físico es importantísimo, lo sé, lo has escuchado mucho, pero, lo que no sabes es que debes cambiar la química de tu cuerpo, necesitas liberar adrenalina, endorfinas, serotonina, y eso, se consigue con la actividad física. No es necesario que hagas un entrenamiento extremo, pero lo posible dentro de tus posibilidades, por ejemplo, andar a un ritmo en el que tu corazón aumenta su ritmo, durante mínimo 30 minutos al día. Si te cuesta arrancar, alíate a alguien, busca un acompañante que te “obligue” a salir y a instaurar esa rutina en ti. Te vendría genial asistir a clases de yoga o meditación.

 

2. Aliméntate bien, los alimentos nos influyen en el estado físico y mental. Hay alimentos que nos aportan triptófano, el precursor de la serotonina, hormona de la felicidad. Sin embargo, también hay enemigos de la alegría, como por ejemplo las gradas saturadas y azúcares.

 

3. Habla con los tuyos, exprésate, comunica tus pensamientos, sentimientos. Hay veces que nosotros no podemos ver más allá, pero con ayuda de otros, podemos ver distintos puntos de vista y reducir tristeza o ansiedad.

 

4. Sal de casa, sal de la cama. Sé que a veces el cuerpo no te responde, no puedes moverte, sin embargo, como ya habrás comprobado, cuanto más cedes a tu tristeza, más crece. Ve a tomar café, a pasear, rodéate de gente positiva, ve a ver cosas nuevas…etc.

 

Si usted considera que se encuentra en esta situación, pida ayuda y póngase en machar, es el momento.

 

LINKS DE INTERÉS:

  1. yo tenia un perro negro, llamado depresión.
  2. documental Redes, la depresión.


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